El árbol gallo

POR GIGI

Si han pasado en estos días por el obelisco, tienen que haber visto el árbol gallo, y si no, al menos saben de él por el tráfico que ocasiono el sábado 14 de noviembre, el día de la inauguración. Y para los que no sepan de qué hablo, talvez podrían dar una vueltita por el obelisco para ver el árbol gallo, y si tienen primos, sobrinos, hijos o hermanos pequeños, les recomiendo que los lleven aunque sea un ratito, mejor si es en la tarde noche, para no quedarse muy tarde.

No sé si alguno ha ido alguna vez, pero yo tengo el recuerdo de haber ido unas cuantas veces, la mayoría, cuando era pequeña. Recuerdo muy bien una vez que fui al árbol gallo. Fue obviamente por estas fechas, era la inauguración, lo que nos motivo a ir fue llevar a unos amigos extranjeros de mis papas, que estaban emocionadísimos por ir, pues era su primera vez en Guatemala y querían conocer y ver todo lo que les fuera posible, pues estaban enamorados de mi guate. Llegamos y había, como era de esperarse, muchísimas personas. No se me olvida, que me impresiono el colorido y todo lo que había en el lugar, había una tarima con infinidad de luces de colores, payasos haciendo figuras con globos, no me agradan tanto pero eran payasos de esos que si parecen payasos con pelucas lindas y trajes elaborados, había magos haciendo trucos, y todo eso que llama la atención de los niños; además tenían instaladas unas ventas de comida, vendían atol, elotes cocido, elotes locos, en pocas palabras, comida de feria, y según los amigos de mi papa el atol estaba muy bueno. Tengo muy presente que un señor que estaba allí tenía una mezcla para hacer burbujas, pero de esas mezclas que sacan como mil burbujas de un soplido, y me encanto ver varios niños corriendo tras las burbujas, se veía que se estaban divirtiendo en serio. Hasta tocaron grupos nacionales, tipo malacates, la gran calabaza, grupos que a mí me gustan mucho, es decir, que había para todos los gustos. La esperada hora llego a eso de las siete u ocho, cuando encendieron el árbol, parte por parte, fue muy impresionante, porque el árbol de mi casa mide dos metros, pero ese es enorme, no tiene comparación, lo más bonito fue ver los rostros de los niños pequeños, iluminados por la emoción, fue muy dulce. Lo único que no me gusto fue la cantidad de gente, era demasiada, por lo demás fue una noche alegre, en un lugar donde creí que me aburriría.

Mi intención con este blog, es informarlos de que en estas fechas hay lugares diferentes a los que se puede ir, que en guate hacemos cosas lindas también, se que no se relaciona en lo mas mínimo con ir a una disco, y que talvez no suena como el mejor plan del mundo pero creo que es una experiencia bonita, al menos yo me la pase bien. Siento que deberíamos disfrutar más las cosa que se hacen en nuestro país, por que es bastante triste que los extranjeros disfruten y se sientan más orgullosos de lo nuestro, mientras nosotros buscamos fuera la diversión y las maravillas, que aquí en guate sobran.