Una Enfermedad en Silencio Por: Chocoflakes

Para mi último blog decidí hacer algo diferente, espero que les guste y que tomemos consciencia de la situación.

El VIH/SIDA no es como todas las enfermedades terminales. “A nosotros no se nos nota si nos ve caminar en la calle, ni tenemos que tener tratamientos dolorosos, lo único que tenemos que hacer es tomarnos bien la medicina y podemos seguir con nuestras vidas”, dice Paola, sosteniéndole la mano a su marido. “Todos piensan que si uno contrae el VIH es por promiscuo, por sucio o por ignorante, pero no es así, todos tenemos una historia distinta”, me cuenta viendo hacia abajo limpiándose las lagrimas. En un país como Guatemala donde muchos temas se consideran tabú, el VIH/SIDA es uno más, y esto tiene como consecuencia que algunas personas tengan ideas equivocadas de lo que es esta enfermedad. “Es muy difícil en este país tener una enfermedad como el SIDA porque la mayoría de las personas reacciona de una manera negativa, entonces preferimos callar”.

“Desde el día que me entere no lo podía creer, fue un golpe indescriptible, demasiado duro”, recuerda Paola. La mayoría de estas personas se encierran en la negación, guardando mucho rencor y odio hacia quien los contagio, la vida o Dios. Cuando esto sucede, deciden salir a contagiar a la persona que sea, para ellos no estar solos con ese dolor. Por esto es que la ayuda psicológica es muy importante para los enfermos de VIH/SIDA. “Todavía me cuesta aceptar que estoy contagiada, pero he aprendido a vivir con la enfermedad. Fue el comienzo de una vida completamente diferente”, dice Paola.

Con una enfermedad como el VIH/SIDA, es necesario empezar de cero. Hay que aprender sobre la enfermedad, hay que saber que se puede y que no se puede hacer, y aunque sea muy difícil, hay que verle el lado bueno. Esta enfermedad es terminal, pero no es dolorosa, notoria ni descapacita al la persona. En la ciudad de Guatemala uno de los hospitales que proporciona medicamento gratuito a los enfermos de VIH/SIDA es el hospital Rooselvelt. Antes la clínica para estos pacientes estaba dentro del hospital, pero recientemente la trasladaron de lugar por quejas. Los pacientes se sentían muy mal ya que las personas al ver que ellos se dirigían a esa clínica se alejaban o se les quedaban viendo con asco. Actualmente la clínica está apartada y es mucho más privada. En un turno llegan aproximadamente 90 personas, hay turnos todos los días en la mañana y en tarde, esto se debe a que son demasiados pacientes. Adentro de la clínica hay una farmacia donde les entregan su medicamento, una clínica de psicología y grupos de ayuda.

La mayoría de las personas prefiere no contarle a nadie o mentir sobre su enfermedad. Muchos dicen que es cáncer porque es socialmente aceptado. “Una amiga lo sabe nada más, a nadie de mi vecindad le he contado. He platicado con gente de esta enfermedad para ver su reacción y les da horror o asco y dicen muchos comentarios negativos, lo cual me enseña a que es mejor si no le cuento a nadie. Platico con amigos de la clínica y me cuentan por lo triste que han pasado ya que reciben humillaciones de personas queridas por contarles que tiene VIH”, dice Paola. “Es preferible callar hasta la muerte o mentir que decir la verdad”. Después que las personas saben ya nunca los vuelven a tratar igual o se alejan poco a poco.

En Guatemala la discriminación en el trabajo es muy común especialmente para las personas con SIDA. “Si yo dijera que soy una persona con VIH no me darían trabajo aunque tenga 13 años de experiencia como maestra, me ha sucedido varias veces y por esta razón todavía no tengo empleo. En el caso del trabajo no puedo mentir ya que tengo que faltar una vez cada dos meses y a veces una vez al mes para ir al hospital. Nadie quiere emplear a una maestra con SIDA porque piensan que soy mal ejemplo o que no puedo estar comprometida completamente a mi trabajo por las ausencias”, me cuenta Paola.

“La gente no ve más allá de nuestra enfermedad”. Los enfermos de VIH/SIDA no tienen más remedio que callar su enfermedad y a veces esto puede ser peor. Estas personas necesitan el apoyo de sus familiares y amigos pero la ignorancia la gente los rechaza.