(La columna de Amelié)
Leí un artículo muy interesante acerca de la envidia. La envidia es común y corrosiva, muchas veces se niega.
Envidia es cuando nos comparamos con los demás y cuando deseamos algo que le pertenece a alguien más, es considerada prima de los celos (una sensación tóxica de que alguien nos puede quitar algo que poseemos, particularmente el afecto de alguien importante).
El favoritismo en la niñez nos hace vulnerables a la envidia, ya que forma una división en la repartición de afecto, tiempo y recursos. En los ambientes en los que existe una tendencia a evaluar el rendimiento de forma individualista y competitiva, hay más riesgo de generar envidia.
La envidia gentil puede ser un comentario sociablemente aceptable en nuestra cultura material (“te odio, dicho con una sonrisa) puede acompañar admiración por la compra de una nueva casa o carro, etc., realizada por alguna amiga. La envidia puede ser una fuerza destructiva invisible, se deriva de un coctel de competitividad, inseguridad e insatisfacción personal. Desafortunadamente se da en los lugares más prestigiosos de trabajo o de estudio, etc., donde el mejor y el más brillante lucha por probar quién es el más grande.
Cualquiera que sea la fuente de envidia, el impacto es corrosivo, precisamente porque es negado. Muchas personas disminuyen la reputación de un amigo o compañero para enfatizar la propia imagen. Nos volvemos críticos en lugar de alegrarnos y en nuestro corazón pensamos que somos mejores personas que otros.
Si utilizamos la envidia para desarrollar talentos que tienen otras personas, podemos transformarla en algo un poco más constructivo, en “aspiración”: si ella puede hacerlo, escribirlo, venderlo, ganarlo, pues yo también puedo.
La motivación de alcanzar las nuevas metas sin intenciones negativas hacia los demás, puede borrar la desagradable expresión: “ESTOY VERDE DE ENVIDIA”.
Les quiero incluir algunos signos de envidia:
1. Evitamos la cooperación porque no queremos que otros se beneficien.
2. Salen palabras desagradables de nuestra boca cuando un amigo tiene éxito en algo que hace.
3. Criticamos a alguien aunque no sea necesario.
4. No somos capaces de expresar apoyo, admiración sincera y hasta amistad.
Sería muy positivo reconocer en nosotros los velos mentales como éste, y lograr superarlos con optimismo para salir de la mediocridad.
“La envidia es causada por ver a otro gozar de lo que deseamos; los celos, por ver a otro poseer lo que quisiéramos poseer nosotros”. Diógenes Laercio
miércoles, 23 de septiembre de 2009
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El tema de esta columna me parece muy interesante. Estoy de acuerdo con las ideas del autor(a) porque la envidia no beneficia a nadie, únicamente refleja las inesguridades de una persona. No es como si por medio de celos y envidia vamos a poder obtener o lograr lo que un compañero(a) ha logrado u obtenido. Uno debe tener cuidado con lo que dice o hace porque puede tener repercusiones negativas.
ResponderEliminarNicolle
me gusto el tema. Muchas personas son envidiosas y no se dan cuenta que esa envidia no lo lleva a ningun lugar. el autr centro muy bien sus ideas.
ResponderEliminardulce
La envidia no beneficia a nadie, y tampoco es productivo. Muy entretenido cómo escribió el autor.
ResponderEliminarBuen tema, me parece muy original y tambien de la forma que lo planteo el autor.
ResponderEliminarIsabel Garin
Me gusto mucho el tema porque es algo a loq ue todos nos podemos relacionar. La envidia es un defecto que le puede causar mucho daño a muchas personas. Estoy de acuerdo con el autor en la mayoria de los puntos. muy buen tema.
ResponderEliminarBRIGITTE
Me encantó la forma de presentar un tema que nos incluye a todos los seres humanos. Las emociones negativas y los velos de la mente como éste, pueden ser transformados en algo positivo, como: la generosidad, la empatía y la amistad verdadera y desinteresada.
ResponderEliminarFelicitaciones, buen tema.
Cora
24 de septiembre de 2009 18:17
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Este tema es muy interesante, sobre todo si podemos interiorizar y reflexionar cómo actuamos nosotros cuando este sentimiento nos posee, si lo transformamos o destruimos, como comento el autor, excelente.
ResponderEliminarMe gustó como espació los temas.
Samadhi
La envidia sólo provoca actos negativos, el autor dio una buena perspectiva de esta sensación. Además puso como se puede convertir el algo positivo envés de estar "verdes de envidia".
ResponderEliminarLa envidia sólo hace que las personas vivan tratando de vivir a través de alguien mas, y qué perdida de tiempo. Al final las únicas infelices son esas personas que desperdician su vida deseando lo que no tienen. Muy buena elección de tema!
ResponderEliminarAna Karina
Me encantó que no sólo nos explica qué es la envidia y por qué es mala, sino también nos propone formas para transformarla en algo positivo para nosotros y para los demás. Creo que muchos hemos sentido esto en algún momento de nuestras vidas y me atrevería a decir que nada bueno resulta de ello.
ResponderEliminarChristel M.
Me gustó muchísimo como escribió la persona, y el uso de un "coctel de..." interesante; creo que la envidia es uno de los más grandes males porque no nos permite superarnos ni que los demás lo hagan. Rina Zelaya
ResponderEliminarSiento que cierto nivel de envidia es normal, y quizás hasta saludable. Nos da el impulso a ser cmopetitivos y trabajar más duros. Sin embargo, es importante conocer el límite ya que, como menciona el artículo, si no se controla se puede volver algo increiblemente negativo y peligroso.
ResponderEliminarMe gustó el tema, siento que es importante escribir este tipo de artículos para que las personas reflejen sobre sus actos y puedan aprender e ello.
Me gustó mucho cómo el autor(a) planteó el tema de la envidia. Dice cosas muy ciertas acerca de ésta,de cómo se manifiesta porqué.
ResponderEliminarSara Sánchez
La envidia es un tema que afecta a todas las personas, como menciona el articulo pueden haber personas que recurran a acciones muy negativas o destructivas para perjudicar a otra persona.
ResponderEliminarBien redactado.
Carlos V.